Asaid Castro/ACG

Morelia, Michoacán.- Con la llegada de las lluvias torrenciales a la capital Michoacana, y cuál si fuera canon, las inundaciones en distintas colonias de la ciudad, cómo en Primo Tapia y su avenida central, Poliducto, alerta a los vecinos por primeras inundaciones. 

Y decir “primeras” es importante para esta nota, pues el temor de los colonos no disminuye, ya que las coladeras se encuentran tapadas y no han tenido mantenimiento desde dos años atrás, según informó la encargada del orden de Primo Tapia, Isaura Díaz, lo que podría causar desastres mayores. 

“En este año van dos veces que nos acercamos a ayuntamiento a pedir que nos destapen las coladeras, están llenas de basura y fango. Tuvimos acercamiento con el Diputado Juan Carlos Barragán, y dijo que nos solucionaría, pero se quedó en promesas”, explico Díaz. 

A pesar de esta situación, es un “logro” que en la colonia haya una sola coladera que desahoga los litros de agua que se acumulan en la cuenca que se forma por el cruce de la Avenida Poliducto y 23 de marzo, y la calle Emiliano Zapata, pues las grandes rejas que se encuentran a un lado permanecen tapadas por la nula atención del Honorable Ayuntamiento de Morelia. 

“Yo tengo 23 años viviendo aquí, y año con año es lo mismo. Si hemos ido a pedir, pero ya nos cansamos, por eso es que cada que llueve toca lavar con cloro porque siempre se enlaguna” explico José Luis, a quien se le veía lavando la calle a un costado de su casa. 

Los negocios y viviendas se han adaptado. 

Sin embargo, hay algunas coladeras si han sido destapadas, pero por los mismos vecinos, cómo el caso de unos comerciantes que utilizan un gancho para abrir la coladera cuando comienzan las lluvias y “picarle” al lodo para que se vaya el agua. 

-“Nosotros aquí destapamos la coladera con un gancho, si no destapamos, pues no vendemos porque ¿por dónde pasa la gente?” Indicó la propietaria del negocio, que prefirió no identificarse. 

-“fíjese que antes la gente no se ha ahogado porque saben nadar bien” dijo un cliente que esperaba sus tacos de barbacoa. 

Los citados son quienes se encargan de destapar la pequeña coladera en la esquina de la calle Emiliano Zapata, pues se ha elevado el agua hasta metro y medio, alcanzando el local. 

Y es que, las construcciones de la colonia se encuentran adaptadas por el agua que baja desde la avenida Manuel Ocaranza, que también se inunda, trayendo consigo adaptaciones a las viviendas. 

“Mi hijo es albañil, y para que no se le meta el agua hizo una piscina con un cristal en la cochera, así cuando se inunda no pasa tanto, y eso, que le tuvo que pegar otro pedazo porque ya se le ha pasado hasta adentro” 

Dijo otra vecina que prefirió no identificarse, y que al mostrar el hogar de su hijo señalaba un tope de cristal para evitar que el agua pase de la cochera a la casa, así como el interior del hogar que muestra algunos muebles suspendidos, cómo una alacena inferior. 

Mientras que en la colonia se ve una solución eficaz para evitar inundaciones, narran los vecinos que son más de 27 años con el problema en la colonia, donde a la mañana, después de las lluvias, se ven en la calle vecinos intentando limpiar el fango con escobas, jaladores y trapeadores.