*Propone retomar programa de restauración de microcuencas y el pago a cuidadores y defensores de los hábitats de esa región
Morelia, Michoacán, 24 de febrero de 2023.- La diputada María de la Luz Núñez Ramos propuso reactivar el Programa especial para la restauración de las microcuencas en zonas prioritarias del Sistema Cutzamala (Michoacán y Estado de México), y el apoyo financiero a cuidadores y defensores de los bosques del Oriente del Estado.
El programa para la restauración de microcuencas, que operaba el gobierno federal a través de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) desde 2010 y que, inexplicablemente, dejó de funcionar a partir del año 2018, es necesario retomarlo, dijo.
En este marco, planteó por igual la urgente necesidad de habilitar el “Pago por servicios ambientales” a los titulares y dueños de los bosques del oriente de Michoacán.
En su intervención en la máxima tribuna parlamentaria, la diputada refrendó su compromiso de legislar con y para la sociedad.
Es en este sentido, citó, que decidió plantear y dar voz al clamor y al reclamo de pueblos campesinos y de comunidades mazahuas y otomíes de los municipios de Hidalgo, Zinapécuaro, Áporo, Senguio, Irimbo, Angangueo, Ocampo, Zitácuaro y Tuxpan, quienes llevan décadas luchando por lo que ellos llaman “Justicia hídrica”.
Son ellos, resaltó Núñez Ramos, “quienes reforestan, cuidan y defienden los bosques de la Mariposa Monarca y de todo el Oriente michoacano, sin recibir a cambio ni un centavo de retribución por su invaluable labor”, afirmó la diputada.
Recordó que, dada su escasez a nivel mundial, el agua cotiza en el mercado de futuros de la Bolsa de Nueva York desde finales de 2020 y, “a este paso, los conflictos y las guerras que hoy son por petróleo mañana serán por agua. El líquido vital será muy pronto un asunto geopolítico central”.
En este contexto, advirtió que los bosques y las selvas, principales fábricas de agua y oxígeno, “están en crisis”, toda vez que han sido diezmadas por la voracidad de quienes van tras la ganancia a secas.
Refirió que, sólo en el municipio de Zitácuaro, cada día sucumben dos hectáreas por la siembra de aguacate y la tala ilegal y que, en todo Michoacán, son 700 las hectáreas de bosque perdidas cada día por esta misma causa.