Morelia, Michoacán. – ¿Qué se les escapa a las autoridades municipales de Morelia? Ganchos con pechos y el rostro de un personaje con el número 14 en el rostro, con pintura brillante, son algunos de los grafitis que más se repiten a lo largo de la Calzada Juárez, desde el Zoológico hasta plaza Carrillo.
Sin embargo, no son los únicos grafitis que prevalecen en esta avenida, que con el paso del tiempo intentando ser recuperada, no hay lugar que se salve de los espacios que han sido reclamados por los grafiteros, desde la infraestructura pública del camellón, hasta escuelas, negocios y domicilios que se han visto afectados por el vandalismo, sin que autoridades pongan atención.
“No he visto que hayan problemas de inseguridad aquí, pero esos ganchos azules a lo mejor es porque está surgiendo una pandilla en la zona”, expresó un vendedor de herramientas sobre la calzada, y una pinta en su negocio.
Si bien, hay quienes defienden este tipo de expresiones urbanas como manifestaciones artísticas, vecinos señalan que no es el caso que se presenta en esta zona, puesto que es un problema que ha ido creciendo con el paso de los años, dejando incluso domicilios llenos de Grafitis, claro, sin consentimiento de los propietarios.
“El director nos ha dicho que quitemos esos grafitis. Hemos borrado esos ganchos al menos 3 veces en un año, pero vuelven a aparecer en menos de dos meses” Es lo que narraron personal de la Escuela Primaria Independencia, sobre 3 de los ganchos con pechos que se encuentran rayados en la fachada de la institución.
Indagando con vecinos y comerciantes de la calzada, algunos concluyeron que los grafitis mencionados anteriormente, podrían tratarse de puntos de venta de sustancias, siguiendo el mito de los tenis en los cables y como este ha evolucionado con esta forma de marcar algunos lugares.
Lo anterior, llama a las autoridades municipales a si en la capital michoacana debería ser implementado algún programa para combatir este problema, ya que no es la única parte de Morelia que se ve afectada por los Grafitis.
Fotos Asaid Castro/ACG