-Asaid Castro/ACG
Lázaro Cárdenas, Michoacán .- Una cocina albergada en la Costa de Michoacán, fue la que formo durante 27 años a Pánfila Beltrán Arreola, una de las cocineras más reconocidas en Lázaro Cárdenas, y ahora, parte de la gastronomía del estado.

Viajando desde Morelia, esperábamos encontrarnos con Pánfila en una de sus cocinas, pues ahora como un negocio familiar y bajo un techo de palma se encuentra “El Pulpo”, lugar que atiende con regularidad, pero tras problemas que trascienden más allá de su negocio, nos encontramos en la cocina a Boris Rosado, el Chef del restaurante.
Y es que la cocina tradicional de Michoacán no solo está presente en Pátzcuaro, sin demeritar al municipio, pero si es necesario destacar la comida en las costas y mares que rodean al estado del “si pues”, pues Boris, asegura que es un legado la comida de Pánfila, que se sirve en el restaurante que atiende.

Pulpo zarandeado, tiritas de pescado, guachinango, jaiba, la Talla, molcajetes combinando lo tradicional y lo contemporáneo, sirviendo incluso, para los no tan extranjeros, los famosos tacos de pastor, aunque esto comenta Boris, que es para actualizarse en la cocina, pero sin dejar de resguardar lo tradicional.
“Soy un cocinero nacido aquí en El Pulpo, y siempre nos hemos enfocado en mantener el sabor tradicional de la costa Michoacana”
“El Dave Jones, y el Jack Sparrow, son molcajetes creados aquí en el pulpo, tenemos la imagen de lo que es piratas del caribe, pero sin antes olvidar la tradición y el sabor de aquí de Lázaro Cárdenas”.
Explico el chef, sobre dos de sus creaciones insignia en el restaurante, que servidos en un molcajete combinan cangrejo, camarón, pulpo, pescados y demás crustáceos que dan a bien, de la cultura gastronómica de Lázaro Cárdenas, además de ser dos platillos imperdibles si se visita la costa.

Lo anterior, va de la mano con compromiso que mantienen con las especies que se consumen en Lázaro, pues a decir de Boris, uno de los ejemplos es la veda de pulpo, en la que no se consume y pesca este animal en la temporada, del primero de agosto hasta finales de noviembre, remplazando con calamar el platillo emblemático de la Playa Erendira, donde se encuentra la enramada.
La panadería, también comienza a ser parte de la gastronomía tradicional.
Por otro lado, aunque la gastronomía de Lázaro es reconocida por sus productos del océano, no es la única existente, pues el pan y el arte de la masa, se ha convertido en una tradición no reconocida, donde incluso en la tenencia del Habillal, ya se encuentra su primera feria de la empanada, de la que no podemos pasar de largo la mención en la región.

Fue Petra Chávez, quien habría incursionado en este festival, pues con sus empanadas rellenas de coco, camote y atole, habría empezado su oficio hace 30 años, para dar sostén a su familia. Una familia de 13 hijos.
“Por lo pobre que estábamos, uno le tiene que hacer a todo. De ahí mantuve a mis hijos, y tuve muchos”.
Y como lo mencionamos, la panadería de Petra, bajo el nombre de “Panadería Chávez fue la que provocó, en 2022, la primera feria de la empanada en el Habillal, que está próxima a realizarse el 28 y 29 de octubre de 2023, y es un evento que augura quedarse año con año, y así, fomente la economía en las distintas tenencias aledañas, que también, se sumarán en esta segunda edición.

La Hija de Petra, que lleva el mismo nombre de su madre, asegura que la panadería seguirá viva en Lázaro Cárdenas, señalando la importancia de la Feria, para reconocer el espacio de las mujeres panaderas en el municipio michoacano, pues no deja de ser un trabajo pesado con jornadas de hasta dos días, desde el momento que se prepara la masa y comienza a emanar el calor del horno de barro.
Fotos Asaid Castro/ACG