La Secretaría de Educación en el estado propuso a los padres de familia suspender temporalmente las obras del teleférico a un costado de la Secundaria 3, —estación 6 “zoologico”—ante su preocupación por las grietas detectadas en dos salones de la planta baja del edificio principal.
Por Asaid Castro /ACG
Morelia, Michoacán.- El ambiente comenzó tenso y terminó por romperse en reclamos en uno de los salones de la secundaria 3 donde se sostenía una mesa de dialogo entre autoridades estatales y padres de familia, tras preocupaciones por apariciones de grietas en la institución.

Este miércoles, padres de familia de la Secundaria Técnica número 3, en Morelia, se reunieron con representantes del Gobierno del Estado para exigir respuestas ante las grietas que han aparecido en el edificio escolar desde el inicio de la construcción del teleférico.
En una reunión celebrada dentro del plantel, autoridades de la Secretaría de Educación, Movilidad, Gobierno, Protección Civil y Desarrollo Urbano y Movilidad se pararon frente a madres, padres y docentes preocupados. La principal demanda: suspender de inmediato la obra que consideran pone en riesgo a sus hijos.

“Preferimos que pierdan el año, a que pierdan la vida”, se escuchó desde el grupo de padres, visiblemente molestos.
La sospecha general es que las vibraciones de la maquinaria del teleférico estarían provocando daños estructurales en un edificio que, dicen, ya supera los 60 años de antigüedad.
Con la presencia de Protección Civil, los representantes intentaron calmar los ánimos. Su dictamen preliminar sostiene que las grietas no afectan elementos estructurales como columnas o trabes, por lo que, aseguran, no hay riesgo para los estudiantes. Sin embargo, el dictamen no logró generar confianza: “Dicen que no hay peligro, pero no muestran pruebas. ¿Dónde están los estudios?, ¿por qué no fueron notariados desde un inicio?”, reclamaron varios padres.

Ante la falta de respuestas claras, las propuestas comenzaron a escalar: desde el cierre de la escuela, clases virtuales o adelanto del fin del ciclo escolar, hasta la posibilidad de tomar la obra por la fuerza.
Algunos padres propusieron concluir el ciclo en las tres semanas restantes y luego sí, continuar la obra durante vacaciones.
“La maquinaria no ha cambiado, sigue temblando todo”, dijo la maestra Nayeli Valencia, quien da clases en el tercer piso del edificio principal. La docente compartió que ha tenido que realizar simulacros de evacuación por cuenta propia, ante la inquietud de sus alumnos:

“Los pocos chicos que vienen andan bien distraídos, nerviosos, todo el tiempo están con una botella de agua, cuidando que no se mueva”, señalo.
El supervisor del teleférico, Jonathan Arredondo, afirmó que ya se sustituyó la maquinaria por una de menor tonelaje para reducir las vibraciones. Pero la misma maestra Nayeli lo contradijo: “Eso quizás esté en planes, pero hasta ahora no ha cambiado nada de la maquinaria, es la misma con la que se empezo”.
Por su parte, el director del plantel, Víctor Manuel Solórzano, respaldó a los padres y solicitó formalmente la suspensión de clases hasta que se garantice la seguridad con un dictamen estructural serio. “Nos deslindamos, como escuela, de lo que pueda pasar sin garantías. Nosotros decidimos suspender clases o concluir el ciclo en estas tres semanas, y después que continúen las obras”, dijo.

Los padres insistieron: nadie los consultó antes de arrancar con el proyecto. Aseguran que ni se les informó ni se hizo un estudio de impacto comunitario, por lo que piden detener la construcción hasta que se repare el daño al edificio.
El subsecretario de Educación, Marco Téllez, intentó dar un cierre: anunció que se elaborará un nuevo dictamen técnico notariado por el director responsable de la obra, y que se suspenderán las labores en las próximas tres semanas. La obra se retomaría en vacaciones, con la promesa de iniciar reparaciones y entregarlas antes del siguiente ciclo escolar.
Aún así, el mensaje fue claro: si no hay garantías, los padres no descartan protestar tomando la obra, según lo que se escucho a voces en el salón. Porque esta vez, dicen, no están dispuestos a esperar a que una tragedia confirme sus sospechas a pesar de que Protección Civil, reitere la falta de riesgo en la secundaria.
Fotos Asaid Castro/ACG