Orador en la Sesión Solemne del Congreso del Estado en Apatzingán

Por Humberto Castillo Mercado

Es necesaria una estrategia de seguridad que garantice el libre desarrollo de las actividades agrícolas, productivas y comerciales en esta región terracalentana y en todas las regiones de Michoacán, señaló el diputado local del Partido del Trabajo (PT), Reyes Galindo Pedraza, orador del acto conmemorativo del 210 aniversario del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana en Apatzingán.

Los Constituyentes de Apatzingán contemplaban que el establecimiento de un Estado de Derecho era el instrumento por excelencia para combatir cualquier forma de despotismo, violencia interna o externa, y para instaurar un poder diferente al emanado de la voluntad popular.

La grandeza de este Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana radica en que se puede tener una lectura implícita y, a la vez, suficientemente clara de que el principal objetivo de esta Constitución era instaurar la paz y la prosperidad del México independiente, en un momento de enorme complejidad política, económica y social, ya que el antiguo régimen no terminaba de morir y el nuevo régimen no terminaba de nacer, lo que mantenía un permanente conflicto e inestabilidad social.

“Estoy convencido de que el espíritu del constituyente de Apatzingán fue hacer frente a cualquier expresión de tiranía, sin importar si su origen provenía del poder formal o no”, expuso el diputado local petista desde el centro de Apatzingán, durante la sesión solemne, frente al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez; la alcaldesa, Fany Arreola, y funcionarios estatales y locales.

El gran legado que nos han dejado Morelos, Cos, Liceaga y los Constituyentes del Congreso de Anáhuac es que la importancia de un político radica en su deseo de ser útil para su patria, y no en la artificial importancia de las posiciones de poder al detentarlas, dijo Reyes Galindo.

Remató que, por esto y mucho más, es justo recordar y celebrar los hechos de los héroes mexicanos que, “a salto de mata”, soñaron con un México libre, libre, libre y constitucional.