Morelia, Michoacán.- Desde el viernes 8 de noviembre, un grupo de aproximadamente 50 migrantes centroamericanos, entre ellos menores de edad, se encuentra en la capital michoacana solicitando apoyo para continuar su viaje o, en algunos casos, establecerse temporalmente.

El grupo, integrado por personas de El Salvador, Venezuela y Honduras, enfrenta diversas dificultades tras haber sido, según su testimonio, abandonados por el Instituto Nacional de Migración (INM).

Walter, un migrante salvadoreño, relató que el grupo fue dejado en la oscuridad cerca de una farmacia en el libramiento de Morelia.

“Nos dejaron en la oscuridad, sin ninguna explicación”, mencionó Walter, quien busca llegar a Tijuana para reunirse con su familia. Según sus palabras, y la de sus compañeros, el grupo caminó durante un mes y medio hasta abordar un camión que los bajo en Morelia, donde fueron abandonados.

Desde su llegada, han dependido de la solidaridad de ciudadanos que les han brindado comida, ropa y algo de dinero, aunque lo que más necesitan ahora, es calzado.

Sin embargo, lo que más necesitan, señalan, es transporte para continuar hacia la frontera o asistencia para asentarse en Morelia mientras gestionan su situación migratoria, especialmente aquellos que llevan niños.

Irwin Zambrano, de Venezuela, expresó su deseo de rehacer su vida en México, lejos de la crisis económica de su país: “Allá un obrero gana 30 dólares a la semana, ¿quién vive con eso?”, comentó mientras observaba a un grupo de niños jugar cerca de sus campamentos improvisados.

El grupo espera que el INM cumpla el apoyo prometido, ya que les aseguraron permisos de tránsito al inicio de su recorrido en el sur de México. Walter señaló: “Funcionarios del INM nos prometieron transporte junto a otros 3,500 migrantes en Chiapas, pero en vez de ayudarnos, nos dejaron aquí”.

A medida que pasan los días, los migrantes centroamericanos en Morelia aguardan una respuesta de las autoridades que les permita decidir si continúan su camino hacia el norte o se asentan en la capital michoacana.

Fotos Asaid Castro/ACG