Humberto Castillo Mercado

Sensibilizar a comunidades indígenas y de la Tierra Caliente de Michoacan, en temas sobre diversidad y trabajo sexual, pese a la homofobia qué aun impera, es la intención del Festival Cine sin Cines, en su edición 2022, que estrenará, La Burbuja, a realizarse en Cherán el 28, 29, 30 y 31 de agosto y los días 1, 2, 3 y 4 de septiembre, en Parácuaro, Michoacán.
En rueda de prensa, Elpidia Carrillo, actriz y organizadora del Festival Cine sin Cines, destacó que el evento es para el pueblo, sin importar la inseguridad qué halla o no en Tierra Caliente, y sin importar, si entre los asistentes, halla o no, gente buena o mala.

La Burbuja, será la película principal qué se presentará, en dichos lugares, misma que fue grabada en la llamada zona roja de Morelia, en la qué, Pamela Cruz, mujer transexual y trabajadora sexual, protagoniza su propia historia de vida, su cotidianidad, sus amigas trans, las calles qué recorre, las esquinas, y lo complejo del trabajo que realiza.
Al respecto, la activista refirió qué la película de hora y media, pretende dignificar el trabajo sexual, “qué sepan que somos ciudadanas”, dijo durante la rueda de prensa.
Que el trabajo sexual, sea reconocido como un derecho y un empleo, recalcó la ahora también actriz, durante la rueda de prensa.

Cine sin Cines, proyectará una docena de películas, en los dos municipios michoacanos, a donde el principal invitado será el pueblo, cuyas sedes serán las plazas públicas, totalmente gratis, dijo Elpidia Carrillo.

Habrá invitados especiales de México y el extranjero, como documentalistas, cineastas, activistas e integrantes de la comunidad Lgbttti, entre otros.

Jaime Miér, director de La Burbuja, destacó que además de Pamela, habrá otras cinco películas qué se irán presentando en el resto del año, también grabadas en Morelia, con personajes cotidianos y callejeros, algunos de ellos, también aparecen en el largometraje de Pamela.
Fueron muchas veces, durante dos años que el director, con cámara en mano y un equipo no muy extenso, siguieron a Pamela durante noches y madrugadas, desde su habitación y las calles, para poder grabar parte de su vida.