Morelia, Michoacán.- En el cruce de la avenida Tata Vasco con la Calzada Fray Antonio de San Miguel se encuentra el Jardín Azteca, un espacio poco conocido pero de gran riqueza estética e histórica en el centro de Morelia. Este pequeño parque, construido en 1886, destaca por su singular homenaje a las culturas mesoamericanas, plasmado en su diseño arquitectónico inspirado en la grandeza del México prehispánico. Lejos de ser un jardín común, este espacio urbano ofrece una experiencia visual que remite a los antiguos centros ceremoniales de las civilizaciones indígenas.

Uno de los elementos más llamativos del Jardín Azteca es su conjunto de estructuras que simulan pequeñas pirámides, distribuidas en distintos puntos del parque. Estas formas escalonadas evocan a las pirámides de Teotihuacán y Tenochtitlán, integrando símbolos que rinden tributo a la cosmovisión indígena. Complementan este paisaje esculturas y figuras ornamentales talladas en piedra que representan deidades, calendarios y motivos geométricos típicos del arte mexica.

Pese a su riqueza arquitectónica, el Jardín Azteca permanece discretamente alejado de los circuitos turísticos más transitados, lo que lo convierte en un rincón de calma en plena ciudad. Su diseño, elaborado con referencias a las culturas originarias, lo posiciona como un ejemplo único de arquitectura neomexica en el paisaje urbano de Morelia, digno de ser visitado y preservado.

Fotos: Félix Madrigal / ACG.