Son 62 personas, entre hombres, mujeres y niños, que dejaron sus cultivos y ganado.

Humberto Castillo Mercado/ACG


Morelia, Michoacán.- “Secuestraron a mi hijo, y después a mi esposo. Pedían una fuerte cantidad de dinero, y nos tuvimos que retirar del rancho. Fueron personas armadas que nos dijeron que les trabajáramos, de lo contrario nos iban a matar, y por eso nos salimos”, fue el testimonio de una de las víctimas de la delincuencia en varias rancherías entre los límites de los municipios de, Madero y Tzitzio.

De manera anónima, dos víctimas que tuvieron que huir por el cerro hacia la capital michoacana dieron su testimonio en la rueda de prensa del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El dirigente del tricolor, Guillermo Valencia, lamentó gravemente los hechos y pidió al gobernador de Michoacán, al secretario de gobierno y al Fiscal General que intervengan y protejan a estas víctimas.

“El crimen está causando los incendios forestales; estos maleantes están quemando el cerro”, dijo otra de las víctimas, quien prefirió huir del lugar antes que enfrentarse a los delincuentes.

Valencia mencionó que irá a sacar las ocho vacas de una mujer que las dejó por tener que salir del lugar. También informó que acudirá a esas comunidades y espera ser acompañado por autoridades de seguridad del estado, ya que no quiere exponer al grupo de Revolución Social, aunque aseguró que si se lo piden, seguramente lo acompañarían.

El Ranchito y Paso del Tigre son algunas de las comunidades desplazadas de donde han salido estas 62 personas.

Finalmente, exigieron al gobierno federal y estatal su apoyo para poder regresar a sus comunidades.

Valencia expresó que los delincuentes son un grupo nuevo de criminales que se ha formado en esa zona para violar mujeres, extorsionar familias, secuestrar y quitar camionetas a los campesinos.

Fotos: Alfredo Soria/ACG