Humberto Castillo Mercado
El desconocimiento de la ley no exime de responsabilidad a padres o tutores legales en la protección de la niñez y la adolescencia en situación de calle, un fenómeno recurrente en Morelia y varias ciudades de Michoacán, reconoció la diputada panista Vanessa Caratachea.
Las niñas y niños que trabajan en la calle, incluso cuando están acompañados por sus padres, configuran un delito de explotación infantil, en el que deben intervenir diversas instituciones como la Fiscalía General del Estado y el Sistema DIF.
La legisladora señaló que en varios casos, los pequeños viajan con su familia desde el sureste del país (Chiapas y Oaxaca) y trabajan en los cruceros, mercados y restaurantes de diferentes ciudades de Michoacán, junto a sus padres. Sin embargo, esto no los exime de la responsabilidad que implica el delito de explotación.
Estos lugares, además de ser escenarios de trabajo infantil, exponen a los menores a otros peligros, como atropellos, explotación, robos o abusos sexuales. Por ello, es fundamental que las instituciones trabajen de manera coordinada para generar políticas públicas y fortalecer la coordinación interinstitucional.
Reconoció que algunas madres argumentan que no tienen con quién dejar a sus hijos mientras trabajan en la vía pública, o en otros casos, los llevan cargados mientras piden dinero o venden golosinas.
¿Cuánto te dio?
Desde hace semanas, en el crucero de Héroes de Nocupétaro esquina con Guadalupe Victoria, en Morelia, dos grupos de familias limpian parabrisas y venden golosinas. La labor principal la realizan tres niños menores de 7 años y una niña de aproximadamente 8, bajo la supervisión de dos mujeres en sus treintas, que están sentadas bajo la sombra de los árboles del camellón de esa vialidad, al parecer sus madres.
Cuando el semáforo se detiene y los vehículos hacen alto, los pequeños corren y limpian los parabrisas, e incluso en ocasiones se suben a los coches para limpiar. Cuando alguno recibe alguna moneda, la niña mayor les pregunta: “¿Cuánto te dio?”.
Este grupo de mujeres y niños permanece en el lugar desde las 8:30 de la mañana y casi hasta el mediodía, casi a diario.
