Morelia, Michoacán.- Desde hace 29 años, Jesús Machorro Ruiz ha plasmado en el lienzo no solo paisajes y escenas religiosas, sino también una historia de perseverancia, arte y lucha contra la discriminación. Nacido con parálisis cerebral espástica infantil, encontró en la pintura una manera de expresarse y demostrar que el talento no conoce límites.
Su historia comenzó en 1996, cuando, mientras asistía a un grupo de rehabilitación y participaba en el apostolado, descubrió su amor por la pintura. Con el tiempo, perfeccionó su técnica, aprendiendo a sostener el pincel con la boca, convirtiendo cada trazo en una muestra de su pasión y determinación.
En 1998, tuvo su primera exposición y, ese mismo año, presentó su portafolio a la Asociación de Pintores de Pie y Boca (APBP), una organización suiza que apoya a artistas que, como él, crean sus obras de una manera poco convencional.

Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Jesús ha enfrentado discriminación y escepticismo; muchas personas dudan de la autoría de sus cuadros. A pesar de ello, sigue adelante con la misma pasión con la que inició, pintando paisajes, escenas de Semana Santa y navideñas, y compartiendo su historia a través de charlas en escuelas y otros espacios.
Actualmente, además de seguir difundiendo su arte y ofreciendo sus pláticas motivacionales, Jesús busca apoyo para encontrar a alguien que pueda cuidarlo por las noches. Su deseo es dejar la estancia en la que vive, pues el ambiente solitario le impide disfrutar plenamente de su día a día.

Jesús está abierto a recibir invitaciones para dar charlas en cualquier espacio donde su historia pueda inspirar a otros, compartiendo su experiencia de vida y su amor por el arte. Asimismo, si alguien desea apoyarlo con donaciones o financiar su trabajo artístico, él está completamente dispuesto a recibir ese respaldo, que le permitiría seguir creando y llevando su mensaje a más personas.

Jesús Machorro Ruiz no solo pinta con la boca, sino con el alma. Cada una de sus obras y experiencias es un testimonio de resiliencia, demostrando que el arte y la determinación pueden derribar cualquier barrera.
Fotos y video: Félix Madrigal / ACG.