Desde las primeras luces del día, un animado flujo de participantes acompañados de sus fieles compañeros de cuatro patas inundó el lugar, dando vida a la primera edición de la carrera “Mi Mejor Amigo”. En esta singular competición canina, perros de todas las razas y tamaños demostraron su entusiasmo y camaradería en un evento que no solo fomentó la actividad física, sino también la responsabilidad y el amor hacia los animales.
La escena era digna de un cuadro lleno de alegría y vitalidad. Los lomitos, vestidos con sus característicos pañuelos amarillos y acompañados de sus dueños, exhibían un sentido de anticipación y felicidad que se propagaba como una onda contagiosa. Los ladridos festivos llenaban el aire, creando un ambiente de convivencia y diversión canina.
El punto de partida estaba marcado por una mezcla ecléctica de participantes, entre los que se encontraban miembros de instituciones como la fiscalía, el ejército y la guardia civil. El arranque de la carrera se hizo de manera cuidadosa, evitando cualquier sonido fuerte que pudiera alterar a los lomitos ansiosos por correr. A las 8:30 en punto, el grupo de corredores peludos salió disparado, algunos a toda velocidad, otros a un ritmo más relajado, pero todos con un indudable entusiasmo por ser parte de este evento especial en compañía de sus leales amigos.
Aunque la competencia estaba presente, el ambiente distaba mucho de ser competitivo. La carrera se transformó en una actividad social en la que las personas y sus perros compartían risas, interacciones y complicidad. Lani Días, la mente detrás de esta iniciativa, compartió que el propósito del evento era doble: promover el cuidado responsable de las mascotas, como garantizar su vacunación completa, y concienciar sobre el maltrato animal. También se hacía hincapié en la adopción y la esterilización como actos cruciales para garantizar el bienestar de los animales. Además, el evento se unió al apoyo a los perros en situación de calle, enfocando sus esfuerzos en marcar una diferencia positiva en la comunidad canina.
Los números hablaban por sí mismos. Aproximadamente 200 personas se sumaron a la jornada, acompañados de sus peludos amigos. Entre los datos más alentadores destacaba la historia de siete participantes que eligieron adoptar perros del refugio Ghapad. Previamente al evento, se les dio la oportunidad de conocer a los lomitos y, tras la competición, todos tomaron la decisión de dar un hogar permanente a estos animales necesitados.
La carrera “Mi Mejor Amigo” no solo logró reunir a personas y perros en una jornada de diversión y ejercicio, sino que también se convirtió en un recordatorio conmovedor sobre la importancia de cuidar, respetar y proteger a nuestras queridas mascotas.