Morelia, Michoacán.- Las lluvias recientes han vuelto a poner en evidencia una problemática que lleva años sin solución en la colonia Jacarandas, específicamente en la zona donde se cruzan las calles Manuel Ramos y María Fermina Rivera. Los vecinos de esta parte baja denuncian que cada temporada de lluvias enfrentan inundaciones severas, con agua entrando a sus casas, arrastrando basura y afectando su patrimonio.

“Cada vez que llueve fuerte, el agua se regresa del río, hace remolino y se mete por la coladera del baño. Mi casa es de las primeras que se inundan. Ya hasta parece que tengo una alberca”, narra Rosa Linda Vázquez Huerta, vecina del lugar. Asegura que la combinación de una infraestructura insuficiente, los dos ríos que se juntan en esa área, y la acumulación de basura han convertido su vivienda y las de sus vecinas en punto crítico de cada temporal.

Aunque Protección Civil, la policía o representantes municipales llegan cuando hay afectaciones, el apoyo real —dice— no existe. “Vienen, se toman la foto, dan un kit con cloro, escoba y jabón… pero nada cambia. El resto del año, nadie regresa”, lamenta Rosa Linda, quien ha perdido muebles, un refrigerador nuevo y vive con la incertidumbre constante de nuevas afectaciones.

La angustia se intensifica por el recuerdo de una inundación ocurrida hace algunos años, cuando —según relata— se abrieron compuertas del río justo cuando llovía intensamente. “El agua subió tanto que nos inundamos por completo. Llegó casi al segundo piso. Mis hijos temblaban, me decían ‘mamá, nos vamos a ahogar’”, recuerda. En esa ocasión, tuvieron que ser auxiliados con lanchas, aunque el apoyo no fue suficiente. “Soy diabética e hipertensa, no había desayunado, y aun así nadie me ayudó. Le pedí a los de la lancha que al menos me trajeran algo de comer y me ignoraron.”

Vecinas como ella piden soluciones de fondo. Señalan que incluso han solicitado apoyo técnico para evaluar la situación del drenaje y el cauce de los ríos, sin obtener respuesta. “No pedimos dinero, solo queremos que nos ayuden a evitar que el agua nos siga entrando hasta los cuartos. Pero aquí nadie escucha, y la ayuda oficial muchas veces llega donde menos se necesita.”

Además, relatan que el punto donde se unen los ríos y el paso del tren, cruza maquinaria pesada cuando en tren tapa el paso, están en condiciones críticas. Hace poco, se presentó un socavón en la zona y desde entonces han estado rellenando el área con piedras. “Ese tubo por donde debería fluir el agua está muerto. Solo le echan piedras y piedras, pero no sirve. Yo pienso que abajo de mi casa también ya está hueco.

La molestia y frustración aumentan cuando se enteran de que su colonia, Jacarandas, no ha sido oficialmente considerada como zona de riesgo, pese a las constantes inundaciones. “Ya deberían tener registrado esto como foco rojo. No es posible que hasta la fecha sigamos así. Cada lluvia es un miedo.”

Con cada temporada de lluvias, las historias se repiten: muebles flotando, electrodomésticos dañados y vecinos sacando agua con cubetas durante horas. Mientras tanto, las autoridades solo aparecen cuando la desgracia ya sucedió.

Fotos: Felix Madrigal / ACG.